Meditación del Evangelio
Friday, June 20, 2025

Como Jesús nos conoce, él sabía y sabe que nos gusta comer. Jesús, multiplica la comida; él sacia el hambre de aquella gente que lo buscaba por sus enseñanzas y por sus milagros. ¿Por qué buscas a Jesús? ¿Qué tipo de hambre sacia en tu vida? En el sacramento de la Eucaristía, Jesús nos dejó su presencia real para poder alimentarnos espiritualmente.
“El culto que se da a la Eucaristía fuera de la Misa es un valor inestimable en la vida de la Iglesia. Dicho culto está estrechamente unido a la celebración del sacrificio eucarístico. La presencia de Cristo bajo las sagradas especies que se conservan después de la Misa presencia que dura mientras subsistan las especies del pan y del vino, deriva de la celebración del Sacrificio y tiende a la comunidad sacramental y espiritual.
Corresponde a los Pastores animar, incluso con el testimonio personal, el culto eucarístico, particularmente la exposición del Santísimo sacramento y la adoración de Cristo presente bajo las especies eucarísticas. Es hermoso estar con él y, reclinados sobre su pecho como el discípulo predilecto (ver Juan 13:25), palpar el amor infinito de su corazón” (Ecclesia de Eucharistia, en el número 25, san Juan Pablo II).
¿Cómo es nuestra participación en la
Eucaristía?
Estamos llamados a ser
fuente de vida y pan compartido
para los demás. “El que come mi
carne y bebe mi sangre, permanece
en mí y yo en él, dice el Señor” (Juan
6:56).
Gospel Meditation
A Catholic friend of mine occasionally says, “The Eucharist is not a noun. It’s a verb.” In so saying, he is making the point that the Eucharist isn’t simply Jesus’ bodily presence given to us in holy Communion. It also manifests the dynamic pattern by which Christ actively loves and saves us. He teaches us to cooperate with that pattern. This Eucharist actually embodies four verbs: Jesus takes, blesses, breaks, and gives. Let’s consider each one.
He takes:
- Do we acknowledge that we are totally in God’s hands?
- Do we receive everything in our lives as a gift, and act responsibly with it?
He blesses:
- Do we actively reflect that Jesus makes us holy in our baptism?
- Do we embrace our bodies and souls as temples of God, worthy of love, peace, and joy?
He breaks:
- Do we run from failure and disappointment, from getting old or being ignored?
- Are we too worried about getting hurt or sick?
- Do we embrace our sufferings with confidence?
He gives:
- Are we willing to make our lives a gift for others?
- Are we confident that we will always have enough love to give to others, that God will always provide enough for us?
- Do we rejoice in giving away what we have to others, expecting nothing in return?
This is the dynamic life the Eucharist empowers us to live.
— Father John Muir